"La ternura"

La ternura, si pues, he hablado, mejor dicho, he escrito mucho de un montón de sentimientos, pero a esta sensación inmejorable no le he dado un espacio como se merece, justamente anoche conversaba con alguien sobre ella, es cierto la ternura es una expresión de amor incomparable e inmejorable, ¿que haríamos sin ella? a lo mejor un buen sexo, ese a lo loco, medio salvaje, rico, con amor o sin él, sea realmente inmejorable, pero la cuota de ternura es imprescindible cuando hay cariño, amor, afecto, recuerdo mis primeras experiencias con toki, cuando recién la conocí personalmente la ternura no fluía de parte mía, no, y de ella menos, cero balas,  me sentía cohibida, hasta medio cansada de su presencia, quise ser tierna pero ella me ponía una barrera infranqueable que no podía atravesar, era realmente antipática, hasta diría desagradable, el sexo era muy bueno, pero de allí la cosa no pasaba, el primer día que la tuve en frente, la abracé con ternura, pero su cuerpo se quedó rígido, como diciendo ¿porque me abraza?, pensé por un momento que podría ser tímida, pero a las poquísimas horas me di cuenta por su actitud conmigo que solo habría sexo bueno entre nosotras, y así fue, menos mal que las cosas cambiaron con el tiempo y con la apertura de ambas a los sentimientos, y también me explicó de su actitud hacia mi al principio, estaba protegiéndose, la verdad esa forma de protección no es la mía, no suelo protegerme ante nadie, pero con mi toki la cosas fueron cambiando, con el tiempo la ternura empezó a fluir instantáneamente, y hoy en día no concibo mi vida a su lado sin ella, la ternura es precisamente la sensación más placentera que se puede sentir y trasmitir en una relación, sea o no de pareja, con nuestros hijos, amigos, familia y todos los que nos rodean, quisiera ser más tierna a veces con personas que me rodean, menos dura, pero quizá por un tema de temor no lo haga o quizá algunas personas no saquen esa maravillosa sensación de mi, tengo ciertas personas que me enternecen al solo verlas, empiezo por mi hijo, mi toki, y Pablito, el muchachito que cuida la zona donde vivo, ya hablé de él en una oportunidad, esa risa ancha con la que me mira cada día, me enternece hasta los huesos, y cada vez que veo sus dientes blancos como la luna, saca una sonrisa de mi y un saludo típico de todos los días, !hola Pablito, que clavo un clavito!, y uno que otro regalito que le adelanto por navidad, o cualquier fecha que se me ocurra en el día, a veces quisiera ser más regalona con él, pero no puedo, en fin, ternura, ternura, no me abandones, es más, pasa cerca de mi más a menudo, no dejes que endurezca mi alma, déjate ver, déjame sentirte, te extraño tanto a veces...
Ceana