dos más dos....tres?

Las típicas reuniones, esas con la música de antaño, la de mi época, los 90´s. Andaba emparejada con Miel, claro, ya conté antes que esa relación no tenia buen final, empezó algo bien, ilusionadas ambas, era como formar un matrimonio, mi querubín tan solo de pocos meses, decoramos un departamento, ambas, lo pintamos con los colores que las dos elegimos, bueno, era el típico matrimonio que recién empezaba, la convivencia y nuestras enormes diferencias terminaron esa relación, lo confesé antes, le fui infiel, si, me he culpado muchas veces por esa conducta, pero a la cuenta, es de dos la cosa, realmente no moría de amor por ella, no, pero si nuestra relación hubiera sido armoniosa, si hubieran habido risas, complicidad, entre nosotras la cosa hubiera sido diferente, supongo, pero no fue así, y mis sacadas del plato, se dieron, no al principio, no, pero cuando me involucré con el delfín me volví literalmente loca, al principio era una adrenalina rica eso de escondernos para hacer nuestras travesuras juntas, pero a medida que pasaban los días, la cosa se ponía más seria, nos involucrábamos más y más, y un día en esa reunión, conversaba con mi confidente, Luti, mi gran amiga, esas pocas en el ambiente gay en las que se puede confiar, es más diría mi mejor amiga en este ambiente limeñito, tengo amigas muy cercanas, como hermanas, pero no viven en Lima, Luti y yo estábamos sentadas conversando, contándole mis travesuras con el delfín, la música estaba a un volumen altísimo y, miel como a 3 metros de distancia, la verdad, o yo estaba hablando muy fuerte aturdida por el alcohol o miel me leía los labios, no entiendo otra explicación, la tarde transcurría, se iba haciendo de noche, cuando miel me dice, ya vamos, la carretera es peligrosa por la noche, estábamos a unos 40 kms de Lima, subimos al auto, yo iba de copiloto en mi auto, miel generalmente manejaba así tuviera mil ochocientos tragos encima, yo iba totalmente relajada a su costado, el cuerpo laxado, obvio tenia alcohol dentro de él, medio adormecida, pero no ebria, relajada tan solo, el camino era largo, y miel iba en silencio, cuando de repente, de la nada, me grita ¡¡PUTA DE MIERDA!! y levantó la mano y me dió tal bofetada que me hizo despertar del letargo en el que iba! la miré y ella seguía, gritando y golpeándome con una mano, la otra al volante, yo literalmente muda, ¡YA LO SÉ TODO, LO SOSPECHABA PERO ERES UNA PUTA! La verdad me sentí hasta las huevas, no la amaba, estaba ya enamorada del delfín, pero la quería, si, y me dolía muchísimo que se hubiera dado con la verdad así brutalmente, era una puñalada por la espalda, sentía que merecía su castigo físico, estaba con tragos encima y mucho dolor por dentro, cuando terminó de desahogar su dolor, su impotencia, se quedó muda, yo igual, llegamos en silencio a casa, lo demás es historia...si historia, terminamos la relación en un par de días, el delfín se mudó conmigo a los 4 o 5 días de salir miel de mi casa, sé que miel me quiso mucho, lo sé, sé que le hice daño, mucho, y se nota aun después de tantos años, más de 18, no me trata como a todo el mundo, hay un cierto resentimiento cuando se dirige a mi, quizá ella no lo haga conscientemente, quizá su orgullo no le permita ver o aceptar esa actitud, pero yo la siento, y no solo yo, el entorno también, lo siento miel, lo siento, pero la relación es de dos, hoy hago mis descargos, pero también guardo mucho fastidio y recuerdos negativos de ella, su "perfección insoportable" su tener la razón en todo, saber y discutir lo que ni siquiera sabe, en fin...lo siento, espero ¡lo sientas también!
Ceana