-¡ok!, andate con tus sueños, me voy con los míos- dijo Ceana detrás de las sábanas, puertas abiertas de par en par daban a la luz de esa mañana gris medio en tinieblas, los focos que bordeaban la playa se prendían y apagaban, la luna iba desapareciendo y el sol asomaba detrás de los cerros, Ceana miró fijamente a la otra, su amor después de diez años, cuantas navidades ya juntas, el loquito que trajeron al mundo tenia las orejas de su padre, y un feeling de putisima madre, 5 años el critter jugueteaba en su cuarto esa mañana triste de invierno en Máncora, era raro que existiera una madrugada así, se miraron a los ojos, seria la última juntas, ella partiría de su lado, otra le pedía amor a gritos.
Ceana camino apresurada hacia la puerta, desnuda el cuerpo y alma, le preguntó porque realmente se iba, la otra la miro despechada -te esperé toda la vida- ya me cansé de tu no llegada- -me voy con Felipe, después de todo es mio-. Ceana la miró con ojos cubiertos de espesura, le tiró encima el ultimo trago que bebía a su lado, -te amé y te amaré siempre- le dijo con una sonrisa torcida y un cigarrillo entre los dientes...
CEANA
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