"Fumándome la biblia"

Andábamos ayer por casa, hace mucho que no me quedaba el día entero por aquí, menos en un día libre de mi toki, pero resultó tan bueno como siempre a su lado, espero que ella también haya sentido lo mismo, (espero) en fin, estábamos en la cocina, viendo que llevarnos a la boca, y mi toki quiso encender el fuego de una de las hornillas, pero aquí, ni fósforos, ni encendedor de cocina, solo el simple encendedor pequeño que es difícil de maniobrar para ella, tiene miedo de quemarse sus deditos, y como yo protejo mi felicidad posterior, me proyecto al futuro inmediato, osea, unos minutos después, no podía permitir que la fuente de mi placer, sus dedos mágicos, se quemaran, y le dije, amor, tráete la guía telefónica, que para lo único que sirve es para quemarla, efectivamente, no entiendo para que siguen editándola, si no sirve para nada, me refiero a los usuarios de nuestra espectacular empresa telefónica, "Movistar del Perú", me imagino servirá para sacarle plata a las ingenuas empresas que aun compran espacios publicitarios en ese mastodonte horroroso y sin gracia, y a alguna que otra empresita que se beneficia con su publicación en fin, le dije,
 -tráela aquí amor, tráete esa biblia para quemarla toda, total,  me he fumado tantas biblias que ¡una más no importa! me miro con curiosidad, no entendía nada, si pues, tiempo atrás, cuando era una veinteañera o menos, en las casas, no todas, pero algunas, las mamis decoraban la sala del hogar, con esas biblias enormes, antiguas, de papel finito, delgado y muy fácil de maniobrar, los "fumoncitos" del momento nos dimos cuenta al toque que la biblia en cuestión seria una buena amiga, recuerdo que esa biblia de mi mami, jamás era abierta por ningún miembro de la familia, era un adorno más, parte del mobiliario, así que yo iba arrancando de a pocos sus preciadas hojas, me fumaba a todos los apóstoles, san judas, san mateo, etc. etc. Recuerdo un día, una visita a casa, no se bien quienes eran, pero lo primero que hicieron fue abrir la dichosa biblia, la persona que la abrió, dijo, -pero "Q" aquí faltan hojas, te pasas de la 23 a la 45, por lo menos, ¿por que? mi mamí que de católica apostólica romana, tenia nada más que el bautismo, matrimonio y punto, no le dio la mayor importancia, solo levantó los hombros y contesto, -¡y que se yo!- jamás imaginó que su dulce querubina se había fumado literalmente el libro, la visita tampoco, por lo tanto yo seguí fumándomela con tranquilidad y mucho esmero. ¿Que habrá sido de ella? ¡ni idea, no la vi más! ¿se la fumarían toda?
Ceana
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