"Nuestro tiempo juntas"

Que deje los zapatos fuera de la habitación, tengo costumbres japonesas, dejé dicho en recepción, claro quería joderla un poco, me había hecho partir la carrera desde el centro de la ciudad diciéndome que ya estaba esperándome, y era mentira, cuando llegué al hotel la muy pendeja no estaba aun allí, la llamé y me dijo, estoy tomando desayuno, ya voy ahorita, estoy a pocas cuadras, riendo, claro. Cuando oí al recepcionista darle mi encargo, escuchaba su risa, esa que ya conocía un mes atrás solo por teléfono, cuando tocó a mi puerta, le pregunté, ¿te quitaste los zapatos? y me dijo, si, si, ábreme, cuando la vi, no era la misma con quien yo había hecho conexión por face, ni por teléfono, esa chiquilla que reía por todo tenia una amargura reflejada en el rostro que parecía 10 años mayor de los que tenia, solo atiné a abrazarla contra mi, ya le tenia cariño y ganas, pero esas, las ganas no intervinieron en el abrazo, había llegado a su ciudad sin ninguna expectativa, solo el hecho de verla en persona y que lo demás fluyera, si es que fluía, la sentí tímida y como yo no lo soy, traté de romper el hielo haciendo las bromas que solía hacerle antes, y así la cosa fue relajándose, hasta que llegó la pregunta de rigor como al par de horas, ¿y? ¿va a pasar algo entre nosotras? me miró algo asustada, y me contestó pero, dame trago, dame algo, claro, provisiones había llevado, esta bien que no tuviera expectativas, pero cojuda tampoco soy y, la cosa fluyo, y fluyo bien, nos quedamos 5 días juntas, la primera se regresó a su casa, pero las 4 noches restantes se vino conmigo, el sexo era muy bueno, pero era tan solo eso, me caía mal debo reconocerlo, era pedante, medio sobrada, con cambios de personalidad sorprendentes que lejos de acercarme emocionalmente a ella me alejaban, pero el sexo era muy bueno, así que tomé de ella lo que me gustó y el resto lo almacené en mi memoria, cuando regresé a Lima, pensaba no volverla a ver, ya me había sacado el clavo, pero luego la cosa cambio, ella fue cambiando, pero tomó su tiempito, y tuve que hacerlo yo primero, cuando  empecé a dar los primeros pasos, ella dio los siguientes, de tonta no tiene un pelo, no arriesgó su corazón sin tener algo a lo cual asirse, cuando le di algo de cuerda, de mi cuerda, ella la tomó y ya lo demás es parte de nuestra historia, ahora está a mi lado hace 3 meses, compartiendo mi cama, mi vida, mis días, hoy hace 4 meses que vi su cara por primera vez, y no tiene punto de comparación la expresión de sus ojos, de su boca, hasta de su andar, es otra persona, es otra siguiendo siendo ella, es ella sin esa máscara de amargura de la primera vez, es ella, con su ternura encima, con sus caricias de verdad, con su risa contagiosa y esa boca que me derrite al solo verla, hoy por hoy, te digo ¡bienvenida a mi vida toki mi vida!
CEANA.