¡A punta de agua!

Nueve y dos minutos, ya puedo llamar a la universidad pitukita del querubín, no pude pagar la última boleta del mes de diciembre en el banco como siempre, decía que no había deuda alguna, me emocioné al oírlo, pero era un error del sistema, al hablar con la persona indicada, ésta me dice, tienes que venir a cancelar directamente aquí en caja, porque hoy es la matricula para el ciclo de verano ¿Que? si, hoy es la matricula presencial, colgué y directamente al dormitorio del querubín, por supuesto, dormía plácidamente, le dije, ¡la matricula es hoy!, ¿Que?, ¡si, muévete!, pero lo puedo hacer por intranet, me dice de mala forma, ¡no lo sé, averigua!, mamá, dame el código de alumno, ¡apúrate!, ¡espera carajo que lo busco!, sonaba el teléfono, era N que ya partía para Lima, le dije histéricamente, ¡no puedo hablar!, tengo un problema que resolver, llámame apenas llegues, el querubín gritaba como loco, ¡el código, el código!, carajo, ¿soy yo la estudiante?, deberías saber por lo menos tu código, al dárselo, el mismo que se usa para pagar, el sistema lo rechazaba, me dice, ¡ese no es el código!, llama entonces a la universidad, ya no me jodas, llamaba y nada, yo ya vestida como una loca, al rasta no más, le digo a toki tengo que volar a la universidad, ¿vienes conmigo?, medio dormida aun, se levantó, el querubín me dice, me voy a la universidad, ¡no me ayudas en nada!, ¡que tal concha la suya! mmm tuve que contenerme, le contesté, yo voy para allá, te jalo y me dice, ¡ni muerto!, me voy solo, toki y yo salimos en mi charly brown, mi auto con vida, nos dirigimos al grifo, y después de darle su desayuno, pues le entro el indio a charly y no volvió a prender, bajamos del mismo y a chapar microbus, llegamos rápidamente, averigüe el monto a pagar y a las carreras a caja, cuando veo a mi querubín bajando las escaleras, sumamente relajado, me miró con esa cara de burlón y me dice, ¿Que haces aquí? , ¡Que crees pues huevas, pagando!, hice lo que tenia que hacer, y de regreso bajamos donde charly brown había decidido tirarse su siesta, no prendió, lo dejamos allí, en el grifo, y a caminar, un calor de mierda,  casi 10 cuadras nos separaban del terruño, cuando de repente pasa alguien a toda velocidad a nuestro lado, y nos grita, ¿Están cansadas?, ¿tienen calor?, era el querubín en patines, que había regresado más rápido que nosotras en un autobús, con una botella de agua en la mano, pasó de largo y nos miraba a lo lejos, yo le hacia mil muecas, nuevamente se acercó y nos vuelve a decir, ¡que calor!, ¿no?, y abre su botella de agua congelada y nos la tira encima, esquive en algo el agua, pero igual cayó un poco encima, toki me dio su botella y le dije, cuidado, esta esperándonos en la bodega, nos acercamos cuidadosas, y cuando lo tuve en frente le tiré encima toda el agua que llevaba conmigo, y corrí dentro de la bodega a refugiarme, toki, dignamente me dijo, ¡ay que horrible estar entre ustedes dos! ¡están locos!, y  siguió caminando bien estirada, muy digna ella, el querubín como no pudo bañarme a mi, paso su lado, y le dijo, bueno, entonces pagaste pato tu, y la baño literalmente desde la punta de los pelos a los pies, yo atacada de risa, ella riendo también pero bastante mojada, llegamos a la casa, y toki me dice, entra tu primero, te apuesto que está detrás de la puerta, ya con un balde de agua, entre despacio, y efectivamente el querubín tenia una jarra dispuesta a vaciarnos encima, corrí desesperada y me encerré en mi cuarto, gritando, ¡toki, toki!, ¡apúrate! que viene este demente, lo que pasó afuera de mi dormitorio fue la guerra del agua, pero fue muy divertido realmente, porque el fastidio y cólera que podía llevar encima por la desidia a veces del querubín, el mismo se encargo de diluirla ¡a punto de agua!
Ceana