¿¡Charly!? ¡NO!

Otra de mi toki, decidí un día enseñarle a manejar, conducir en Lima es una tarea gigantesca, el stress es cada día peor y ya estaba cansada de siempre ir al volante, así que miré a toki un día y le dije: amor, te enseñaré a manejar para turnarnos, estoy cansada de manejar siempre- ella sonrió y me dijo, -ya amor, si, yo manejo-. Puse a toki al volante una noche, yo a su lado, realmente no lo hizo nada mal para ser de noche y la primera vez, solo que parece que el equilibrio lo tiene algo dañado porque se le iba el volante de vez en cuando y yo tenia que enderezarle el timón, después de ese detalle todo iba muy bien, a los pocos días repetimos la experiencia, mejor aun, hasta que un día después de varios en descanso, le digo a toki, -amor, ya no voy a salir, avanza un poco el auto y le pones el freno de mano-, charly, mi auto, se había quedado a la mitad del garaje, sin dejar el espacio respectivo al auto que se estaciona detrás de él, por lo tanto, toki solo tenia que avanzarlo unos 3 metros y frenar. solo eso, me miró medio temerosa y me dijo, -tengo miedo amor- -carajo, ¿que podría pasar? solo es cuestión de avanzarlo unos metros y paras, pones el freno de mano y ya-. Antes que bajara le dije:  -Amor, por favor no vayas a tirarme abajo el edificio- me reía, yo me metí a la cocina a terminar lo que iba haciendo, de repente me tocan el intercomunicador insistentemente, contesto y era toki que con una voz de ultratumba me dice: -Amor, baja por favor un ratito- como la sentí angustiada, le pregunté: ¿Que pasa? -Amor, baja por favor, he chocado y tengo miedo de mover el auto- solo solté un -¡puta madre! no jodas, me estas bromeando! -no amor, baja por favor, tengo miedo- tire el auricular y me aventé los cuatro pisos que me separan del garaje. Cuando vi a charly casi muero de la impresión, lo había estrellado de nariz en la pared del primer piso del edificio, solo veía su nariz arrugada empotrada en una columna, que menos mal que lo era, sino hubiera terminado directamente dentro de la sala del departamento en cuestión, el motor aun prendido, subí al volante, metí retroceso y salí del empotrado, cuando vi los daños a la nariz de charly casi muero, estaba cagado el pobre, menos mal que los faros estaban intactos, no sé como la verdad, pero ahí estaban regios los dos, el capot era una mierda total, revise el radiador, estaba ok, pero el parachoques y el capot parecían un perro buldog arrugado, subimos ambas y obviamente a mi toki se le llenaban los ojitos de lágrimas, yo furibunda, molesta conmigo misma por haberle dado el auto sola, recuerdo que sonó el teléfono y era la tontis, le conté rápidamente lo sucedido y solo atino a decirme: ¡Ay pobrecita Toki! ¡Abrázala, consuélala, debe sentirse re mal! claro, en ese momento regresé a la cocina, abracé a mi toki y todo regreso a foja cero, pero ¿quien me abrazaba a mi? sí, pobre toki, ¿y yo? en fin, las cosas materiales tienen arreglo, aunque sea caro, así lo tomé, al poco tiempo planché y estiré la nariz de charly y toki no ha vuelto  a subir al volante, tengo que superar el trauma antes de que suba en él. ¿Lo superaré?
CEANA