Sin protección, ando desnuda de armaduras, sin material bélico
para defenderme, ya soy suya sin tapujos ni estrategias, -ella- vivo para ella
como mi brazo a mis hombros, mis manos recorren su espacio y la hendidura que
deja en la almohada nuestras azulinas mañanas, tiemblo al recordarla, me doy entera, no existen medias tintas, no hay juegos de conquista, no pienso, siento; solo vulnerable a su rostro,
sus gestos, miradas, rencores, lágrimas…Vivo
a través de sus ojos cuando hacemos el amor, vuelo en sus brazos con alas de
libertad, ansío su alma, su compañía, y así soy suya, ella mía, andamos tres, ella, yo y nosotros, que difícil sería pensar en romper esta historia, ¿dónde iría el no tenerla? ¿ese espacio nuestro inventado? ¿Dónde cobijaría
mis locuras? Enemiga de la vida sin su presencia, en eso se convertirían los quizá
primeros días…
CEANA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario