Cuando la conoció parecía una niña grande, pero en la cama era muy buena, "tiene muy buen futuro, este machito" se repetía constantemente, no sabia la pendeja que tal futuro promisorio alcanzaría la mocosa, por teléfono la cosa había sido muy simpática, habría que ver si personalmente era tanta maravilla, al verse por primera vez, a pesar que la chiquilla parecía muy tímida las cosas salieron a pedir de boca, una ricura la chiquilla, una "actitud" muy buena, unas manos con creatividad, un cuerpo lleno de vida, sin perjuicios que la otra odiaba, con ganas de aprender, sin tabúes, ni cojudeces encima, con una tendencia a lo machito, primera hembra que se tiraba realmente, pero lo hizo muy bien, lo pensaba ella, la otra, la supuestamente "pendeja", ¿tendría futuro esa aventurilla? ni una de las dos lo sabia, la chiquilla parece ser que se flecho rápidamente con la mujer con experiencia, la mujer, la pendeja le gustó demasiado esa criatura, pero habían muchas cosas que las separaban, pero se volvieron a encontrar un tiempo después, y las cosas entre ellas se hacían cada vez más solidas, más ricas, más peligrosas, el hacer el amor entre ellas se ha convertido en un ritual mágico, la chiquilla sacó esa "diosa" oculta en ella, a pesar de que aun conserva ese machito rico entre sus piernas, le putea de alma a la pendeja, le coquetea con el cuerpo, ojos y ese culo duro y fuerte que menea frente a ella, la pendeja le dice -pero por favor, ¡que zorra eres! ¡que puta! ¡cualquier día me infartas! tomándola entre sus brazos, haciéndola suya con desesperación y amor, la chiquilla la mira con esa mezcla de inocencia y puterío, enfermamente delicioso, con esos ojos almendrados y ese pelo largo suelto y le dice con una media sonrisa en los labios gruesos y rojos, -no mi amor, yo no soy una puta, no me digas eso, solo tengo la "moral distraída".
CEANA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario