¿Jodida? Jamás! Nica!

Como cualquier día, esos los míos nadita aburridos, porque aunque sean "cositas" como las digo yo alarmantes para algunos, son parte de mi existencia diaria, acostumbradísima a que sucedan, bueno, empezaré, hace un par de días, uno antes que empezara la famosa "semana santa" mejor dicho la "semana juerga-santa" yo preparaba mi equipaje para largarme un par de días de "Lima la horrible", lo único que no logro aun soportar o tolerar de mi ciudad es el lindo trafico y la falta de humanidad de la gente cuando va al volante, en fin, ese día, no quería manejar auto, no, quería, o caminar o cualquier cosa que no me tuviera al volante, y le pedí a toki su bicicleta para hacer varias cositas en el día, la verdad es un peligro transitar en bicla, lo reconfirmé ese día, hace muchos años yo andaba en bici siempre por todo Lima, de un lado al otro, pero el miércoles me di con la cruda realidad, ahora el porcentaje de autos que circulan y los locos del volante superan en mas del 100 por ciento, (jajaja) a los transeúntes o cualquier cosa que uno monte, manejé la bicla de toki de un lado al otro, fui a varios lugares, me metí a la Javier Prado, y literalmente los autos se me tiraban encima, cuando pensaba ya tirar la toalla y regresar a mi casa por mi charlie, mi auto, me dio tal pereza que seguí al volante del ferrari de toki, iba a ir por una avenida no muy larga hasta un centro comercial que está ubicado en una zona populosa, medio marginal, y peligrosona, pero me arriesgué igual, cuando de repente iba yo al lado izquierdo de la pista, porque iba voltear hacia ese lado, siento un claxon fortísimo, precisamente de un camión, de esos enormes, que tienen mas de 6 hileras de llantas, me tocó tan fuerte que rompió mis tímpanos, le hice un gesto con la mano como diciendo, pasa no mas, ¡¿cual es el fucking problem?! a  los segundos tenia al camión pegado a mi, si hubiera sido un camioncito chico no hubiera perdido estabilidad aun al tenerlo tan cerca, pero era enorme, y mientras pasaba por mi costado, yo trataba de mantener el equilibrio, pero el condenado trailer jamas terminaba de pasarme, finalmente con ya lo último de su trasero, el camión me dio tal golpe que salí volando de la bicla.....en segundos ya rodaba por la pista, es increíble como el cerebro humano y el instinto de supervivencia es innato, solo pensé, si me derrito del todo, me doy tal golpe en el cerebro que aquí no mas quedo! mientras llegaba al suelo, giré el cuerpo y caí de costado protegiendo mi linda cabecita, me paré rápidamente, el ardor en uno de mis hombros era atroz, pero mi rabia era mas atroz aun, un muchacho en la acera de enfrente gritaba a todo pulmón, ¡PARA DESGRACIADO, PARA! ¡La has podido matar, imbécil! la verdad para los tiempos de hoy en día que un desconocido simplemente se fije en algo ya es bastante y que preste ayuda es un milagro, y lo tuve ese día, el conductor del camión paró varios metros después, y el muchacho milagroso lo insultaba, le decía de todo, y  me decía, -llama a la policía, allí en la esquina siempre hay policías,- yo he visto como este desgraciado te ha metido el camión, soy testigo, ¡te ha podido matar! a los pocos segundos paso una patrulla motorizada con dos policías femeninas en ella, pararon de inmediato, mientras una tomaba los datos del testigo ocular, la otra lo increpaba a  mi casi asesino, no quisiera decir realmente todo lo que salio de mi boca ese día, la impotencia de escuchar al camionero decir que yo me había cruzado era ya alucinante, la policía ya le decía de todo, pero ¿Ud- es estupido? Ud. ya no debería ni manejar, como pretende decir que la señora lo chocó a Ud. ella está en bicicleta y ademas aquí hay un testigo que ¡ni es su primo, ni su hermano, ni su amigo! Después de una acalorada discusión, realmente horrorosa, el camionero trepó a su camión y "arreglamos" en el sitio, me dio la suma de 20 soles, ni para curar mis heridas ni enderezar la bicla, monté nuevamente a mi ferrari y continué mi camino, abollada como estaba, los 20 soles se convirtieron en 2 pizzas al precio de una, gran oferta de una pizzeria local, Finalmente mis golpes, abolladuras y casi desnucada terminaron en el estomago del querubín! Jungla, jungla, la Lima de hoy, conductores....¡Joder! Un poco más de control y sensibilidad, ¿ que le está pasando a la gente?
Ceana