Mis pendejadas con "O"

mmm la relación con miel fue bastante digamos "movidita", estuvo llena de altibajos, peleas constantes y muchas pendejadas mías, siempre he pensado que una relación se va al carajo por las dos partes, los errores vienen de un lado o del otro, que la responsabilidad de que el barco se hunda es de dos, si dos son los tripulantes, obvio,  y mi relación con miel, antes del año ya iba condenada al fracaso, nos separaban muchas cosas, mientras yo era el desorden con patas, ella era el orden con patas también, y así miles de detalles más, algunos insignificantes otros no, pero finalmente lo que sentía que nos separaba más, era que yo no estaba realmente enamorada, y cuando ese condimento falta, mmmm soy infiel y ya, por lo menos lo era, luego la vida misma me enseño que la deslealtad es ruin, detestable, pero para esos momentos ya era tarde, las cagadas ya habían sido cometidas, así que por lo menos de lo malo algo bueno, trataré, con todo mi empeño si llego a involucrarme con alguien sin amor, que lo dudo, trataré de no ser infiel, trataré...en fin, en el fondo miel conocía mis debilidades con la carne, mejor dicho sabia bien que medio putita era, pero hasta el momento no había concretado ni una fechoría mía, por esos días, trabajamos juntas haciendo  movilidad escolar, nos turnábamos, a veces yo por la mañana, ella por la tarde, y viceversa, recuerdo que cuando ella lo hacia por la tarde, antes de llegar a casa, pasaba por la puerta y tocaba el claxon, era como un aviso, que decía subliminalmente, ya llego en unos 7 u 8 minutos. Un día  de esos habíamos invitado a almorzar a "O"  un enamoradito  cuando fui chiquilla, con el cual duré un buen tiempito, pero no me había llegado a acostar con el del todo,  full manoseo, tipico de adolescentes, O llego a casa. y por supuesto miel se lució en la preparación de los manjares, es y era uno de sus dones, la cocina, almorzamos, y al poco tiempo miel salio en su recorrido vespertino, me quedé con O en casa, y la malicia entro a jugar, tenia ganas de probar como podría haber sido lo que me había perdido con él, la maravillosa culminación, la penetración, y se lo propuse como si le dijera, quieres un café? y empezó el jaleo, no estuvo mal, pero tampoco nada del otro mundo, solo fue eso, llegar a conocer la sensación que quedó inconclusa años antes, pero cuando estábamos por concluir los menesteres, escuché el claxon de miel, creo que en el fondo ella lo hacia, como diciendo, si estas haciendo alguna pendejada, ya voy llegando, el break se te acabó,  nunca lo verbalizó, pero estaba allí en el aire, al sentir el claxon, le dije a O, apúrate,  vístete, miel llega ahorita, no sé ni me importa que pensase O de mi, nunca le confirmé nada sobre la vida sexual que llevaba, si era algo intuitivo o observador hubiera notado que entre miel y yo había algo más que una convivencia de tan solo amiguitas, se vistió rápidamente, sin hacer preguntas, y miel a los pocos minutos llegó, la saludé con un hola, qué tal te fue?, y la tarde continuo como si nada, lonche incluido y una pendejada mía más, sin remordimientos, sin culpas, sin nada, solo le había hecho caso a mi cuerpo, por qué no? me lo decía en esos tiempos....ahora diría, porque tengo una relación y aunque no me satisfaga, no es justo para nadie ser adornado con tremendos cachos, pero, así fue...y no me arrepiento, solo me dio herramientas, años después a no ser infiel aunque el amor no estuviera del todo presente..
CEANA