Naci un 6 de agosto del 2012 con 110kgs!!!Entradas populares

sábado, 2 de mayo de 2015

.¡CEANA MUERE DE AMOR!

“…Y DIEZ AÑOS LUEGO”

-¡OK, ándate con tus sueños, me quedo con los míos!-  dijo Ceana detrás de las sábanas, las puertas abiertas de par en par, el calor era agobiante.  Los focos que bordeaban la playa se prendían y apagaban, quemados algunos ya; Una ligera neblina adornaba la madrugada,  la luna  desaparecía y el sol anunciaba su llegada. Ceana miró  fijamente a su pareja, su amor  por más de diez años, ¡cuántas  navidades  juntas!   ¡Cuántas historias! El niño que criaron juntas,  jugueteaba en su cuarto esa mañana triste en Máncora.  Se miraron a los ojos, ¿sería el último día juntas? Su hasta ese momento novia partiría de su lado, otra le pedía amor y compromiso a gritos. Ceana caminó apresurada hacia la puerta, desnuda en cuerpo y alma, se puso delante de ella y  le preguntó porque realmente se iba, la otra la miró despechada y con dolor le dijo: “te esperé toda la vida, ya me cansé de tu no llegada”,  me voy con el niño, después de todo es mío, lo parí yo-. Ceana la miró con ojos cubiertos de espesura y le tiró encima el último trago que bebía a su lado,   -te amé y te amaré siempre, pero jamás olvidaría tu deslealtad conmigo-,  le dijo con una sonrisa torcida y un cigarrillo entre los dientes;  su amiga-amante, su único amor, con la cara goteando alcohol y lágrimas  la beso con ternura en los labios y desapareció de su vida.

CEANA

¡MORIRÁS SI ME DEJAS MUJER!




No te atrevas a tocarlo como te toco yo, eso es nuestro, mis celos llegaran a tu mente y te haré sufrir, aunque tengas el derecho de tirártelo, pues ni lo dudes allí estaré como tu sombra amarga y seductora cuando hacíamos el amor.  No te atrevas mujer a no recordarme porque será imposible que lo logres, allí estaré siempre cuando la toques. No te dejaré ir en tus recuerdos,  vivirás conmigo y harás lo que sea con ella recordándome. Te lo vaticino mujer, ni te atrevas a olvidarme que me presento ahora allí.

¡¡ELLA SE VA!!"


El tren se la llevaba consigo, sus últimas palabras en el andén fueron, -vente conmigo-, la miró a los ojos y simplemente le negó con la cabeza, no podía ni siquiera pronunciar palabra. El tren no tenía rumbo ni fecha de arribo, solo iría en él sin esperar nada. Sabiendo eso no pudo irse con ella, no saber qué pasaría la detuvo en el camino, a veces quería ser como ella, aventurera y temeraria, pero no podía, por lo menos en ese viaje el miedo se apoderaba de ella, la paralizaba, no la volvería a ver, se lo dijo. Hoy quemará sus cenizas.



"LA UNA PARA LA OTRA"



Las dos caminaban cogidas de la mano, no importaba para ninguna de ellas lo que los demás pensaran o murmuraban a sus espaldas, su amor había transcurrido intacto por más de cuarenta años; una de ellas, apoyando su vida en un bastón fino la miró con miedo a perderla, -hoy, le diré a mis hijos y mi marido,  lo que nos une realmente tanto tiempo-. La otra abrió los ojos sorprendida con la noticia, -¿por qué después de tanto tiempo?, no creo que tenga demasiado sentido- le dijo acariciándole la mano con ternura. -Sí, si lo tiene, no quiero irme de este mundo sin gritarle a todos cuanto te amo, no me importa nada, ni la opinión de mis hijos ni la de mi marido-. Le contestó decidida a todo. Su pareja de siempre, el amor de su vida, esa, la incondicional que siempre estuvo a su lado sin dejarla sola ni un segundo, la miró con admiración y gratitud. –Solo quiero que estés bien, no me importaría seguir como estamos-. Le dijo parando en seco la caminata. Ella, -el motor de su vida-, la abrazó con ese amor del bueno, y le dijo: -Nunca más nos esconderemos, tú has sido más padre de mis hijos que su padre biológico, has estado en sus crisis, enfermedades y alegrías, no me digas que hacer o decir, necesito que ellos escuchen de mi boca lo que realmente es mi vida contigo-. Su pareja la besó en la frente, volvió a coger su  mano y siguieron caminando por los senderos que aun esperaban ser transitados…

"MI MUJER"

“Mujer”
Si fuiste alguna vez amada, serias solo mía,
eres mi luna conversando con el sol,
ese breve espacio que deja tu aliento en mi almohada,
te doy mis ojos,  mis parpados dormidos,
te amarro a mis días sin sueños de corazones al desnudo.

Eres el sueño de cualquier mortal, una laguna de remanso de aguas naturales…

"VICIOSA"



Me dijo que venía por mí en cinco minutos, llevo una hora esperándola, debe estar en medio del tráfico de Lima, sí, siempre el mismo cuento fantástico cuando la veo cada minuto del día frente a mí;  la sigo día y noche, me espían sus ojos y su cuerpo sinuoso. La veo llegar apurada con los jeans bajos y las zapatillas altas, las manos en los bolsillos, y el pelo suelto;  cree que me sorprenderá con el “look” que lleva, no sabe que sé dónde se cambió;  ese chulo que se la monta la tiene enferma. La tengo frente todo el tiempo, la tengo ahora, no la tendré mañana, la mataré hoy;  frente a ese acantilado cómplice de ese  supuesto amor, que me juró un día!


¡COMIÉNDOMELA VIVA!



¡Sácate la ropa que te quiero ver entera!, ¡te comeré de a pocos para que vayas viendo tu muerte de cerca!, empezaré desde abajo,  voy a sentir tu dolor y mi placer en tragarte entera, morirás entre mis dientes, en mis ojos y en mi vida;  quiero desangrarte y que lo sientas, que lo veas, que lo sufras; porque te devoraré toda ahora, completa y por fin serás entonces,  completamente mía.

PUBLICACIÓN GANADORA EN ESPAÑA, GRACIAS!

!APÚRATE NO AGUANTO MÁS!


¡Apúrate!

Aquí te espero, aquí, si, con las piernas cruzadas y las ganas aguantadas;  aquí te espero en la angustia de que no vengas y me hagas lo que te dé la gana. Aquí estoy hace muchas horas y no veo tu entrada, ¿qué esperas? ¿No te das cuenta que necesito tus manos fuertes y anchas golpeando mi trasero? Aquí te espero, trataré de sujetar las ganas, trataré de no buscarte reemplazo porque realmente pegas como nadie lo había hecho. Aquí te espero con un nudo en la garganta y mis jugos recorriendo mis entrañas. Abre ya esa puerta y tómame que ya no puedo más con esta derrotada espera.

"MIENTRAS ÉL NOS MIRABA"

Sentada esperándola, desnudándome de a pocos porque sólo pensaba en tenerla conmigo y revisar cada centímetro de su piel morena; con un cigarrillo en la mano y un pisco sour en la otra, las ganas hervían;  los minutos se hacían eternos, pero al fin la vi atravesar la puerta,  ya entreabierta.  Nos  miraros mientras la piel morena desterraba sus ropas a lo loco, desesperada de deseo;  mientras nos comíamos a besos y caricias penetrantes, sentimos la mirada de alguien que nos observaba, pero  esa situación nos parecía más excitante que estar a solas;  el solo hecho que el Sr. Camelot nos estuviera mirando,  nos excitaba más aun; él con su armadura ya dispuesta solo esperaba la oportunidad de entrar en acción con nosotras. Mientras observaba a las amantes, se iba despojando de sus prendas, aunque aún alguna puesta la inmensidad de su deseo se hacía notar entre sus piernas. Nosotras calentábamos el ambiente cada vez más, nos penetrábamos  a la vez y ya con la mirada puesta en Camelot, invitándolo a jugar con nosotras. Él con las ganas al explotar se acercó y rozó el culo de una de nosotras, colocó su miembro celestial sobre esa inmensa montaña dura y la penetró despacio mientras la otra, yo,  los abrazaba a ambos,  a la vez que succionaba los pezones de mi amante que gemía por doble partida,  por mí que la devoraba por delante y Camelot  gimiendo y amándola por detrás. Los roles se intercambiaron y los tres disfrutamos de los placeres de carnes hambrientas de deseo y desesperación;  Sr.  Camelot no volvería, había que disfrutarlo; finalmente,  solo había estado en nuestra imaginación. 

"AMOR ENTRE ELLAS"

“ELLAS”

Estaba  entre dormida y despierta; y a su amante se le encendieron las ganas, cuando la veía así, es cuando más la deseaba, podía explayar sus ideas, sus manos y su cuerpo como quería, no con la rapidez que a veces ella le pedía. Empezó a acariciar su cuerpo; ella le decía, -amor, ya mañana temprano mi vida, me estoy quedando dormida-.  A su amante  ese rechazo pasajero la encendía más, le dijo, -duerme mi amor, solo acariciaré tu cuerpo, tu textura me encanta, déjame gozarla un rato, duerme tranquila-.  La pareja,  que ya de dormida no tenía nada, empezó a reaccionar, su cuerpo empezó a moverse a ese ritmo que a ella le fascinaba, sus caderas ya danzaban al ritmo de sus manos, sus pezones duros e hinchados la invitaban a succionarlos lentamente, con devoción y deseo.  Ya excitada  con las caricias de su pareja;   también  recorría su cuerpo desnudo, empezó a acariciarla por entero, esa piel morena era suya y el deseo dejó atrás el cansancio, sus cuerpos ya entrelazados y el amor ya no respiraba por dos bocas, solo lo hacía por una  cuando el amor llegaba de esa manera. Estando tan plenamente ya dispuesta, le dijo al oído, -tócame más, tócame amor, más, quiero más…- Su amante la montó y sus manos se introdujeron en ella, recorriendo sus entrañas mojadas y calientes, la desesperación estaba al máximo, le pedía con desesperación, ¡más, más, más, dame más rápido, más duro! Apretándola contra sí y besando sus senos pequeños deliciosos, mordisqueando sus pezones duros y firmes, tocándole ese trasero duro, redondo maravilloso que ella amaba con locura; su mujer ya con el orgasmo casi a puertas, le decía, -eres mía, soy tuya, y soy más tuya que mía; el orgasmo de su amada lo veía cerca;  le decía, -amor te lo ruego no pares-  Al oírla ya no pudo seguir jugando a las escondidas de atraparla o no, la penetró con rapidez,  su mujer comenzó a estallar en gemidos y su cuerpo convulsionaba, temblaba de deseo y desesperación,  su primer orgasmo, explotaba con los dedos hábiles de su amada, -ella-, la mujer de su vida, cuando la veía llegar al punto máximo donde uno muere y renace, ese punto exacto donde el cuerpo  se diluye; también alcanzaba el orgasmo;  pero el juego no terminaba allí; ahora su mujer iba por más, tomaría su cuerpo como ella tomó el suyo y la haría suya como solo ella sabía hacerlo;  lento, despacio, recorriendo cada parte de su vida,  su boca llegaba ahora donde más la deseaba, dentro de su gruta sagrada;  su lengua recorría su clítoris mientras sus dedos la penetraban despacio, rápido, despacio;  ya la desesperación también la alcanzaba, sintiendo cada embiste dentro de ella y su lengua hábil recorriendo su pequeño pero inmenso lugar hinchado a punto de explotar, acariciaba sus pezones con una mano y la locura llegó a su estado ideal, el segundo orgasmo de ambas  y la faena recién comenzaba,  no se permitirían descansar;   el amor ya no podía dormir,  había despertado y la magia del placer comenzó de nuevo…el amor no duerme, ni muere solo descansa unos minutos y continuó alerta esa madrugada.